y S. b), mientras que otros estudios apoyan el papel de la intersexualidad en el tratamiento de los trastornos de comportamiento sexual (Abner, 2005; Moller, 1997; Bochel, 2007; Kiehl, 2009). Aunque el efecto de la orientación sexual difiere, un hallazgo que puede llevar a una intervención efectiva requeriría la combinación específica de sexo biológico e intersexualidad. Nuestros hallazgos no proporcionan evidencia de que la intersexualidad es perjudicial. Debemos reconocer que hay una gama de beneficios potenciales para la intersexualidad tanto para la prevención como para el tratamiento. Además, existen múltiples factores que pueden predisponer la salud sexual y reproductiva general de una persona y reducir los comportamientos de riesgo sexual y reproductivo. Estos son relevantes para diferentes poblaciones o períodos de tiempo diferentes.