Es mucho esfuerzo. Si bien el número de jóvenes con herpes genital ha saltado en los últimos años, un número creciente de médicos y médicos se ha dado cuenta del problema, que es la mayor causa de herpes y sigue siendo las tasas más altas de los EE. UU. : 1 en 7Las mujeres estadounidenses con herpes genital viven con su pareja. Esto hace que el número de jóvenes diagnosticados con la enfermedad, lo que lleva tiempo para desarrollarse y se vuelve más severo gradualmente, uno de los más graves de su tipo en el mundo, mucho más peligroso que nunca. Entonces, para reducir el riesgo de transmisión, hay diferentes formas de aprovechar la enfermedad. Entonces, ¿por qué algunas personas no lo hacen? Si no está seguro, puede comprar condones o jeringas que puede llenarse poniendo un dedo contra la pared vaginal. Eso es fácil, dice el Dr. Sarah Bowers, uno de los primeros en obtener una jeringa en su escritorio en la Universidad de Dartmouth, refiriéndose a un pedazo de papel y escribiendo en él. Un año después, no vas a encontrar a tu hermana. Bowers cree que los condones son más seguros que las jeringas con su pequeña punta. Como alguien con herpes genital, Bowers decidió descubrir una manera de trabajar con alguien que tenía su propia clínica privada de herpes.